sábado, 9 de octubre de 2010

Día 1 - Primeras horas

Dicen que Quito es una de las ciudades más hermosas de Latinoamérica pero hoy no era un buen día para hacer un recorrido. El avión llegó a las 16.30hs. y entre que llegamos al hotel y descargamos las valijas, apenas pudimos dar una vuelta por La Mariscal, un barrio bien de turista, repleto de bares y restaurantes. Para cuando salimos a recorrer ya eran casi las 18hs. y los ecuatorianos cenan a partir de las 19.30hs. así que La Mariscal estaba ya de fiesta. Pasamos por varios hostels porque el Hotel Ambassador, donde estábamos parando, nos salía usd30 la noche. Mejor cambiar de lugar urgente porque a ese ritmo vamos a terminar durmiendo en la calle la segunda semana. Encontramos uno más cálido y humilde, muy cerca del Ambassador, que está ubicado a dos cuadras de Amazonas y Colón. Nos garantizaron el wi-fi y salía 8 dólares la noche para cada uno. No teníamos baño privado pero por lo que vimos no había nadie más hospedado. Prometimos volver el domingo antes del mediodía.
Como veníamos con hambre, cenamos una pizza con gaseosa y agua en un restaurant italiano y de ahí fuimos a tomar un martini en un bar cuyo nombre no recuerdo pero era algo así como “tío Ho”. Toda la decoración era de la china comunista pero los que lo atendían hablaban en inglés. Al son de un dúo de rockeros ecuatorianos, nos actualizamos sobre nuestras vidas y mientras el martini hacía efecto (admito que, si bien no estaba muy fuerte, luché para llegar hasta la guinda del final) decidimos madrugar el domingo, cambiar de hotel y recorrer la ciudad.

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