martes, 26 de octubre de 2010

Día 18 - Con la agenda ajustada

Llueve en Quito. Para ser más justos, graniza que da miedo.
Empecé la mañana entrevistando a Marlon Santi, el presidente actual de la CONAIE. De allí corriendo hacia la Asamblea Nacional; y tuve unos minutos con Lourdes Tibán, asambleísta del Pachakutik. Salí de la asamblea con tiempo de una hora antes de la próxima entrevista y me metí en la biblioteca vidriada que hay en medio del parque El Ejido, justito porque se largó un fuerte granizo.
Más temprano en la mañana tuvimos un desencuentro con Luis Maldonado, así que lo pasamos para el miércoles a las 11am. Por mí mejor, para no terminar tan rota hoy.
Marlon Santi me recibió en su oficina y tuvimos una charla de un poco más de media hora. Son los casos en que no sé para qué estoy haciendo la entrevista. Desde mi punto de vista no entraba en la categoría de intelectual, pero durante la charla me pareció más que sí. Cuando le pregunté sobre la existencia de intelectuales en el movimiento, me dijo que todo dependía de qué entendía por intelectuales. Que los había, pero de dos tipos: aquellos que se formaron en la academia y que cumplen funciones más técnicas. Y aquellos que tal vez también se formaron en la academia pero han atravesado toda su reflexión con el pensamiento indígena. En fin… me dio tela para cortar.
Lourdes Tibán estaba en reunión interna, y acababa de festejar su cumpleaños en la oficina de la Asamblea. También acaba de ser madre y de estar involucrada con los acontecimientos del 30-S, con orden de captura incluida. Sin embargo, también me dio media hora de su tiempo. No dudó de la existencia de intelectuales en el movimiento pero sus respuestas estuvieron mayormente dirigidas al contexto actual. Fue un poco incómodo porque la entrevisté en su oficina, donde nos rodeaba un cierto aire de “hay cosas más importantes que resolver aquí”, así que no le pude sacar jugo. Sinceramente, creo que no me sirvió para nada. Me gustó conocerla. Es una mujer joven y con un discurso muy firme, igual que Marlon Santi. Pero con la presión sobre la voz, le pregunté bajito cosas que no respondió, y dejé de preguntarle otras que no pude hacer surgir “espontáneamente”.
Calmó la lluvia y salí para la DINEIB. Hablé poco con Luis Mantoluisa, un intelectual de la primera hora del movimiento, con una trayectoria de construcción desde la educación. Me dio la impresión de que al principio no le interesaba mucho dar la entrevista, pero luego se enganchó porque hablamos más de su propia historia que del concepto de plurinacionalidad. A mí me sirvió para conocer las dificultadas en la implementación de la educación bilingüe (que, por cierto, es bilingüe sólo para los indígenas) y me dio un libro suyo para fotocopiar que veré cómo coño hago para devolverle mañana. El libro me pareció de lo más interesante. Se llama “Nuestra Ciencia”.
De allí volé al encuentro con Blanca Chancoso, otra lideresa histórica del movimiento que no se considera una intelectual. Blanca me contaba que ella también era un poco reacia a dar entrevistas porque muchas veces eran leídas por sus principales enemigos para conocer y combatir mejor al movimiento. Y me dijo, con mucho respeto, que desde la academia generalmente resultábamos funcionales a la manipulación y la lucha política. Pero que bueno… también estos trabajos eran un arma de doble filo porque podían servir para dar a conocer su experiencia en otros países y para abrir el debate.
Finalmente, casi con la lengua afuera, llegué a la charla con Alejandro Moreano. Creía que ya había saturado un poco bastante mi muestra de intelectuales no indígenas… el sentido de estos testimonios era conocer el proceso de construcción sobre la idea de nación previas al debate sobre el Estado Plurinacional. Pero Moreano le agregó la perspectiva de clase y, por fin, hizo algunas declaraciones polémicas. Si bien su intención era provocar, me pareció escuchar en sus palabras la incomprensión de la que me hablaba Blanca. Esa que existe desde los intelectuales de izquierda. Ya me tocará desgrabarlo y afinar el oído porque el bar en que nos encontramos sonaba horrible. Llegué al hostel a las 21hs. e intenté ponerme al día con el blog. Me queda pendiente para mañana, antes de ver a Mónica Chuji a las 7 am. enviar mails de agradecimiento y contacto, y preparar mi ponencia, ya que el jueves llego a Santiago a las 6 y expongo a las 9.

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