miércoles, 27 de octubre de 2010

Día 19 – Con el último suspiro

El avión sale de Quito hacia Guayaquil a las 21.45. O sea, hasta las 19hs. hay que aprovechar el tiempo. Me tomé un taxi hasta casa de Mónica Chuji, a quien milagrosamente contacté sobre la fecha porque en mi paso por la CONAIE el día de ayer, me crucé con su prima. De los intelectuales en mi listado, ella y Simbaña son los más prolíficos a nivel de producción escrita (además de Macas). Mónica Chuji no vive muy lejos del centro de Quito, pero no hubiera llegado fácil caminando. Atravesando una suerte de barrio obrero, subí hasta su edificio, y en el cuarto piso por escalera me invitó un té mientras me contaba su historia. Que llegó a Quito con el levantamiento del ´90, que son los intelectuales amazónicos los que generan la idea de estado plurinacional, que los derechos colectivos y la consulta previa vinculante de la OIT que el actual gobierno no respeta… que Galeano, Rousseau, Mariátegui y Dolores Cacuango… Que no se consideraba una intelectual sino una activista política.
De allí me tomé un bus hasta la Andina y caminé hacia el hostel. Tenía que abandonar la habitación, con lo cual había mucho por ordenar. Cuando terminé con eso rajé hacia la casa de Luis Maldonado, lejos, a una hora y tres medios de transporte de distancia. La entrevista se prolongó durante dos horas y media, y yo ya tenía un cansancio mental del cual sólo podía salvarme la elocuencia de un líder también histórico del movimiento. El tiempo se pasó al punto que se sorprendió de que llegaron sus hijas del colegio y él no les había preparado la comida. Me tuve que ir, un poco caminando y otro poco a pie, buscando la parada del bondi que me dejara en parque Turismo, donde tomaría otro bondi que me dejaba para tomar la ecovía, en La Marín. Para esa hora se me había hecho tarde con la entrevista a Luis Fernando Sarango, rector de la Universidad Amawtay Wasi. Llamé y me informaron que el doctor no había llegado aun así que aproveché y me mandé. Una vez en la universidad, no pude más que comprar una de sus publicaciones porque Sarango no llegaría. Avisó que estaba demorado en una actividad en la selva o algo así… eran las 16.30hs. Fotocopié el libro de Luis Mantoluisa y se lo llevé a la DINEIB. Para cuando llegué a las 18hs. no quedaba ni Ángel Ramírez en la oficina, pero su secretaria me lo recibió. De allí caminé al hostel. Me senté tranquila con la compu a tomar una merienda y envié los últimos mails de agradecimiento y despedida: Valeria Coronel, Susana Freire, Alejandro Moreano, entre los pendientes. De allí, el taxi al aeropuerto. Pensando en dormir al menos cuatro horas y deseando que en Santiago no se me noten las lagañas de este viaje, aunque sí un poquito las arrugas.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Saludos desde México!

Fui a Ecuador en 2009 para hacer una investigación sobre la Amawtay Wasi y el movimiento indígena, me gustaría ponerme en contacto contigo para ver si podemos compartir información y apreciaciones. Me interesa mucho conocer tu investigación y reflexión de la experiencia. No encontré cómo contactarte pero mi correo es: quetzalitzin@gmail.com

Atte. Nayeli