Con la información de que el domingo por la mañana el movimiento indígena realizaría el encuentro cultural “vivenciando la plurinacionalidad y la interculturalidad para el Sumak Kawsay”, nos levantamos bien temprano para no perdernos nadita. De hecho, llegamos demasiado temprano, lo que nos permitió ver como se organizaban las carpas con stands. El inicio estuvo dado por un ritual de culto a la pacha mama. El concepto del buen vivir de estos pueblos esta íntegramente relacionado con el equilibrio y la armonía con que se relacionan con la naturaleza y sus recursos.Allí conocimos a Pepe, un curandero que se acercó a nosotros porque estábamos instalados viendo los sucesos, a diferencia del resto de los turistas que paseaba un poco por la parte de la feria y seguía su camino. Pepe nos explicó detalles del ritual y nos hizo participar, colocando semillas y raíces en el círculo de veneración, que tras el ritual servirían para limpiar nuestro aura.
Después de conversar un rato con él, me obsequió su chacana energizada, una cruz escalonada de doce puntas que simboliza una inmensidad de conceptos de las culturas andinas, como lo masculino y lo femenino, el cielo y la tierra, la energía y la materia, el tiempo y espacio; y también conceptos geométricos y astronómicos.El festival siguió con espectáculos de danza y música durante todo el día, hasta las siete de la tarde, hora en la que el sol, a esta altura del año, ya se esconde tras las montañas, la temperatura empieza a bajar y la luna, en la primera fase de su ciclo creciente, comienza a apoderarse de la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario